martes, 1 de octubre de 2013

¡CUIDADO CON LA INERCIA!

Todos tenemos una Inercia dentro. 
Es una mujer regordeta de gafas redondas, con moño alto, tiene arrugas entre la nariz y la boca, un vestido de color claro y unas botas oscuras. 
Le gusta cocinar tartas y jugar a las cartas.

Se dice que tenemos un angelito bueno y otro malo que nos aconsejan cuando tenemos que tomar una decisión. La Inercia es mejor que estos dos, ella solita toma una decisión y acierta,  siempre está al quite de tus despistes. Es buena. Muy buena.

Por ejemplo, vas en bici porque has quedado con unos amigos  ;) 
Estás escuchando música y suena una canción que te gusta mucho. Entonces, te pones a cantar como si no hubiera mañana, te olvidas de lo demás, te sabes todo, ¡hasta la intro!

Cuando la canción acaba, te das cuenta de que has adelantado un coche, has pasado un barrio, un semáforo, un paso de cebra … y todo esto, ¿cómo? por la Inercia, gracias a ella que lo hace por ti.
Otras veces nos sucede al hacer la comida, lavarnos los dientes, ducharnos etc. 

 ¡Cuidado con la Inercia!



TIPOS DE AMIGOS


EL MEJOR: con quien te ríes de las cosas más estúpidas, absurdas y sin sentido... son cosas que sólo te hacen gracia con esa persona, los demás no lo entienden.
EL GORRÓN: al salir con él tienes la fiesta asegurada, aunque tu bolsillo se quede temblando.
EL RICO: pasar un día con él, dentro o fuera de su casa, monopatín ó carro de la compra es toda una aventura.
EL SIMPÁTICO: es un amigo ideal. Nunca se enfada, conoce a todo el mundo.
EL SOSO: no da mucha alegría ya que es escaso en palabras y gestos, pero ahí está, a la escucha.
EL VACILÓN: no es malo ser vacilón pero a veces se pasa ....
EL AMIGO DE SUS AMIGOS: pasa toda la noche preguntando que tal estás, que tal esto, que tal lo otro, llora si lloras, ríe si ríes…
EL COTILLA: todo lo quiere saber.
EL LIANTE: por cualquier tontería, lía una…da igual si te conoce o no, ¿qué? ¿qué de qué?
EL RARO: se caracteriza porque él mismo reconoce que es un raro. Todos queremos cambiar de bar, él no, todos queremos cubatas, pues él mahou...
EL GUAPO/A Y PRESUMIDO/A: tan preocupado/a por su imagen que se pierde lo mejor. Siempre llega tarde y si aún así, no está convencido/a con el modelito es capaz de volverse a medio camino y ponerse lo primero que eligió y llegar diciendo “pues lo primero que he pillado”...
EL BAILONGO: cualquier pista de baile se le queda pequeña, si no hay gente con quién bailar, da igual, se marca un sólo.
EL DIFERENTE: es con quién haces cosas diferentes, vas a sitios diferentes y pruebas cosas diferentes.
EL BIPOLAR: ahora sí, ahora no. No hay que pillarle el punto.
EL MENTIROSO Y EXAGERADO: a pesar de sus trolas, depende de la gracia que tenga al contarlas, puede ser la ostia.
EL VOCERAS: se sabe dónde está.
EL MODERNO: siempre a la última. Fui a abortar a Londres y me acordé de tí…



jueves, 25 de julio de 2013

ASCO DE CALOR


Pues sí, hace calor, mucho calor, demasiado para mi gusto. 
Nunca había pasado un verano en Madrid y cierto es, que se necesita paciencia, optimismo y buen humor para llevarlo.
Aquí ni las bicicletas son para el verano, ni los insectos caen muertos sobre mis libros, sino que me pican día y noche.
Madrid es calor de asfalto, como una sartén puesta a máxima potencia sobre una olla a punto de estallar, el calor aprieta, agota y da asco.

Pasas el día deseando que llegue la noche y refresque para poder dormir a gusto pero ni eso, no refresca. Nos acostamos medio en pelotas, sin arropar y con todas las ventanas abiertas. Con este calor nos da igual si entra luz, si se oyen ruidos, si la tv está alta o el perro tiene un mal rato, todo nos da igual, sólo queremos abrir para que entre aire y haga corriente ¡bendita corriente!, y vuelta para un lado, y vuelta para otro, y vuelta otra vez buscando la zona más fresca de la cama.

Al despertar, te acuerdas de que hubo un intervalo de 2 horas en las que no se estaba mal y descansaste mejor, más que nada porque no recuerdas mirar el despertador.

Te levantas y no sabes ni que ropa elegir, de repente miras hacia abajo y ves las botas de invierno ahí, todas amontonaditas, te acuerdas de ese “gustirrinín” que te da ponértelas ¡qué bien!, y vas con decisión a elegir medias o pantalones… pero no, hace calor, mucho calor…

Normalmente usamos unas chanclas, sandalias o unas zapatillas de tela … ahora en verano qué mejor, pero una cosita, hay que tener cuidado con la suela, andar por Madrid no es como andar por Soria, por ejemplo ;)  Si tus sandalias tienen una suela muy fina, te traspasa el calor del asfalto, llegas a notarlo en tus pies y como sigas andando llega un momento en que te obsesionas y piensas que vas descalzo por la arena de la playa a 40 grados, así dando saltitos, y dices, ¡bah! pues ya que estoy aquí voy a darme un chapuzón... miras al frente buscando el mar y ves un edificio en obras lleno de andamios y redes verdes del cual te estás tragando el polvo. Ahí es cuando ¡zas! y te das cuenta de que lo que estás es hasta los h. del p. calor de m.i.e.r.d.a.






lunes, 17 de junio de 2013

A LAS COSAS, POR SU NOMBRE


En el Imperio Romano, construían sus camas rellenando de paja un saco. La paja se vaciaba para secarse, por eso, las camas tenían que volverse a hacer. De ahí "hacer la cama".
Durante la guerra de secesión, cuando regresaban las tropas a los cuarteles sin tener ninguna baja, ponían en una pizarra “0 Killed”. De ahí proviene la expresión OK para decir que todo está bien.
En los conventos, al referirse a San José, decían siempre "Pater Putatibus" y por simplificar "P.P." Así nació el llamar "Pepe" a los "Jose".

"LOLITA"
¿Pero quién puso nombre a las cosas comunes que nos rodean? ¿Y a las palabrotas? ¿Y porqué usó esas palabras? 

Algunas veces buscamos el origen de algunas de ellas porque tenemos curiosidad, otras decimos chorradas de cómo pudieron llegar a ello.
Encontramos muchas palabras que se escriben igual pero tienen distinto significado, que nos hacen reflexionar de nuevo sobre en qué leyes se rigieron para darle ese nombre. ¿Por qué una silla se llama silla y no mesa? ¿De qué manera percibes esa mesa? ¿De qué color? ¿Tamaño? ¿El vello es bello? ¿Te imaginas una llama en llamas? ¿O una vela que vela por ti? Una cobra que dice a otra: ¡Vas a cobrar! ¿Una cobra cobra algo? ¿Gana un premio Nobel un nobel, mientras se fuma un nobel? ¿El cura, cura tus pecados? ¿Viste un cuadro que era un cuadro? ...

"LUPO"
Con sólo 11 años en 1930, una niña sugirió el nombre de Plutón a su abuelo para el recién descubierto noveno planeta. Su nombre es Venetia Phair, actualmente tiene 87 años y es la única persona desde los Romanos que puede asegurar que dio un nombre a un planeta ...

Los demás nos conformamos con poner nombre a nuestros hijos, o en su defecto a nuestras mascotas ya que el nombre de la mascota es muy importante. Igual que con las personas, aporta información sobre la mascota y tendrá efectos sobre el resto, influyendo en su
comportamiento.
Si nos encontramos con un perro que se llama Caín, más de una persona se sentirá intimidada, por otra parte, ponerle un nombre de persona como Matilda, puede resultar simpático … 

Seguro que también os pasa con otras cosas, hay alguna palabra que crees que pega más para otro objeto que no es el que tiene y al revés,  ¿A que sí? Porque no es lo mismo la vecina de arriba, que arriba de la vecina, ni calzones a bajo precio que aprecio tus calzones abajo y como todos sabemos ¡no es lo mismo huevos de araña que aráñame los huevos! ;)


lunes, 27 de mayo de 2013

CARPE DIEM


Los recuerdos de la infancia son lo mejor que podemos tener. 
Personalmente, soy el tópico que puede afirmar que no la cambiaría por ninguna otra. 
No tuve una gran cantidad de juguetes, ni  libros, ni ropa, ni antojos (casi todo era herencia de hermanos, primos y amigos), ni nos íbamos de vacaciones cada año a conocer mundo, pero no nos faltaba de nada y nunca lo echamos en falta.

Tengo muy buenos recuerdos de los inviernos, pero mejor aún de los veranos. 
Vivía en "Los Camineros", en el parque de Obras Públicas de El Burgo de Osma (Soria), mis amigos eran mis vecinos, íbamos a buscarnos a casa y preguntábamos: ¿sales? 
Podría resumirlo en Leti, Miriam y Edu. Sobre todo Edu, pasábamos muuchas horas juntos ...

Jugábamos en la calle, en nuestro barrio de ladrillos rojos, hoy en día abandonado a manos de la Junta de Castilla y León.    
                                                                                            Stop-motion autobiográfico                                                

En invierno, si llovía, nevaba o hacía viento nos daba igual, para eso estaban los abrigos, gorros, guantes y las ganas de pasar frío. 

Algunas noches, echábamos cubos de agua caliente en las aceras y al día siguiente, teníamos una gran pista de patinaje para llenarnos el cuerpo de moratones. 
Para los golpes, nos conformábamos con un poquito de mercromina y para las heridas de la boca, con un líquido morado que te teñía la lengua. 
Construíamos cabañas, algunas de cartón, otras de ladrillo, todas ellas marcaron época en nosotros y acabaron ardiendo o destrozadas.                       
Si llovía mucho, podíamos jugar a pasar por debajo de las canales y llegar a casa chorreando agua o refugiarnos mientras inspeccionábamos algún lugar nuevo. Otra opción, era jugar con la tierra y el barro construyendo embalses, ir a coger caracoles, lombrices, culebras e incluso escuerzos y sapos asquerosos.

El verano, sin colegio, parecía durar un año. El barrio se llenaba de niños que venían a casa de los abuelos y dedicábamos el tiempo a nuestros juegos favoritos; el bote, el paredón, las vidas, el calderón, el pichi, los días de la semana, policía y ladrón, los circuitos (con señales y carnets de lo más variopintos) la bici, ir al río, a las huertas, al puente de hojalata y un largo etcétera.

Celebrábamos el cumple del perro metidos en su caseta y recuerdo una noche, que vimos una lluvia de escarabajos negros, no paraban de caer más y más, todo el suelo se empezó a llenar de bichos y tuvimos que matar a lo “Hans” (pisotón y giro) a algunos de ellos. 
Otra noche estando en la cabaña tuvimos hacer nuestras necesidades encima de una revista y meterlo debajo del felpudo de una vecina, al día siguiente ... También enterrábamos pájaros en chichotas que caían de los nidos en jardineras ajenas y crecían unas plantas enormes pero olía fatal...
Seguro que alguien más lo recuerda ;)

Los niños de hoy en día no son tan niños, un niño tiene mucho tiempo libre, un niño no se aburre, un niño juega en la calle, un niño hace amiguitos por donde va y sobre todo, hace cosas de niños. Vale ya de playstation, películas, whassap y juegos de mierda para el móvil… ¡dejemos a los niños ser niños!

¡Carpe Diem! 


miércoles, 22 de mayo de 2013

PUEBLO, PUEBLO Y PUEBLO


Mi padre es de pueblo, mi madre es de pueblo y yo soy de pueblo.
Hay una gran diferencia en cada uno de ellos, sus habitantes. El de mi padre está deshabitado desde hace más de 20 años, en el de mi madre viven unas 50 personas y en el que residen se encuentran censadas unas 5 000 personas. 
En ellos tenemos nuestras raíces, vivencias, recuerdos y experiencias. La mayoría nos sentimos orgullosos, lo vemos como el mejor lugar del mundo, lo defendemos a muerte, incluso cuando no llevamos razón ...

Lo típico es llegar y ver a los abuelitos sentados en la puerta de casa, en el poyo, conversando con los vecinos. Al acercarte, rápidamente y sin quitarte ojo te preguntan: 
-¿tú de quién eres? 
(y sin contestar algún otro dice) 
-yo ya sé quién es, le sacado por las orejas, este es el hijo del Fulano. 

Otra cosa que me encanta es que todos, absolutamente todos, tienen mote, cada familia se ha apropiado de un apodo que va pasando de generación en generación, “los Pajaritos”, “los Cadetes”, “los Jorges” etc.

Además, hay excelentes carnes, huevos, setas, verduras etc, todo viene de la tierra y de las granjas, todo “mucho bueno”, y ya si hablamos de bebidas, los mejores vinos y licores, sobre todo el pacharán casero, pero lo mejor de todo es la sabiduría que tienen, son gente muy precavida, ahorradora y apañada, la vida les ha enseñado a ser así, sin vicios o con vicios menores, que han trabajado duro “desde que les salieron los dientes”, y no conocen de préstamos de bancos, ni de tarjetas, ni de discotecas, eso en su mentalidad no entra.

Para acabar, no dejéis de ver una entrevista a dos abuelitos de un pueblo de Soria, no tiene desperdicio.